viernes, 5 de noviembre de 2010

Despierta


¡Despierta!, levántate de tu humilde sopor amada mía, ¿Por qué lloras?, ¿acaso es por esta terrible soledad?, ¿acaso es por esta maldita piedra grisácea?, ¿acaso son estas malditas letras doradas?

Dime por qué no me respondes, dime por qué tanta pena, ¿acaso no estás feliz?, ¿dime por qué?, te toco; ya no sientes, es acaso que ya no me amas o es solo porque mi corazón ha dejado de latir por ti.

Dime por qué no me hablas, acaso estas enojadas, porque me dejas en este abandono, porque solo me acompañas con el pensamiento, tus lágrimas queman más que esta helada podredumbre, dime amada, porque lloras lagrimas tan frías en mi cálida morada de madera.

Porque sufres, si el que atrapado en la piedra soy yo, porque lloras, si el que fenece en el sueño eterno de la conciencia humana soy yo.

Yo soy el que convive con la muerte y los que yacen, soy yo el que eternamente se lamenta bajo la sombra de la luna llena, sobre la triste colina, bajo el seco y lóbrego árbol de la muerte perenne.

lunes, 11 de octubre de 2010

Lineas de Sangre

La sangre corre por el dulce suelo, mi cuerpo yace en un eterno sopor y mi alma languidece en un sublime sueño, el metal ya no me causa dolor, el frío ahora controla mi alma, mi cuerpo se mueve por medio de horribles espasmos causados por aquellos que osan molestarme en mi perpetua paz.

Mi alma lucha vehemente en abrazar aquella divina y glacial luz, pero aquellos malditos son mas fuertes que mi propia voluntad, curan las rojas marcas en mis muñecas, laceran mis brazos con una linea de vida, mi alma se aferra al sublime esplendor de la piedra grisácea, pero inútil para mi alma es, pues mi anhelo de paz fenece ante sus desesperados intentos.

Mi alma abandona la tranquilidad y regresa ala cruel realidad, llena de suplico y mortalidad, despierto agitado en medio de horribles aullidos de la sirena prometida y con nostalgia me despido de la dulce eternidad.
ROZENSCHWARZ

domingo, 10 de octubre de 2010

Valium



Cual cruel castigo que vos has traído, dulce condena de amargo remordimiento, malévolo bienestar de plácido suplicio que tu presencia ha ausentado a mi corazón espinado, mi sangre azul corre por el pálido sueño de una vida en la cruel lapida grisácea, susurra en gritos la felicidad de mi suplicio y has publico mi anónimo amor, juega como fría arpía con mi cálida alma de arcilla, ahorca mi ser con tus gélidas palabras, ya has sangrar a mi alma con lágrimas de agridulce alegría, jala mis hilos cual titiritera, juega a ser dios en una caja de pandora y has de mi lo que tu crueldad imponga a mi fenecida voluntad, vive en el letargo del ocaso y baila sobre las cenizas de un alma en pena, ¿pues quien eres tu mas que la dueña de mi destino?, palabras al suelo vuelan como papalotes perdiéndose en el infinito de la dorada espiral, mi psique divaga por corrientes de estrepitoso silencio y mi alma fenece en la prosperidad de la vida, dulce pastilla de amargo placer, que a mi amor causas una elevada hendidura en mi autoestima, dulce suicida que vives en la muerte del recuento olvidado en el placer culposo de tu ignoto entender que haces conocer a mi ser lo que carezco al tener en mi humilde soberbia.
ROZENSCHWARZ

Lugubre Canción de Cuna


Dulce niña
veo en tus agonizantes ojos
el reflejo de la fría luna
y un aura de excelso dolor
y quisiera componer
un poema que te
llevase a una tierra
de sublime belleza,
una tierra onírica
en la que tu alma
durmiera lejos
de la culpa
donde pudieras
dormir entre
bellos campos elíseos
en los que el
dolor fenece
y el sosiego florece
quisiera poder
llevarte a un
sueño eterno
donde no existiera
el mal y donde
tu felicidad
fuera perpetua
como la paz que en
la muerte descansa



ROZENSCHWARZ

martes, 5 de octubre de 2010

El Despertar



Desperté, ausente, carente de cualquier emoción, inmerso en un denso sopor, en un letárgico´y deplorable estado, no tenía ganas de vivir y peor aun la muerte me era indiferente, mi vida fenecía a lado de mi dolor y la muerte yacía en el letargo de mi corazón, no quería morir y mucho menos vivir.


No conocía a la tristeza y ya la felicidad en el olvido se hallaba, las emociones se habían marchitado, los sentimientos se desvanecían, se desmoronaban, era como si la pasión me hubiese, con sus infernales llamas, consumido y ahora mi ser flotaba como cenizas sin voluntad en un gélido viento que con su frío abrazo, ahorcó a mi ser, pero yo no sentía, si quiera el frío dolor de mi alma en pena.


La gélida mano de la muerte me tocó, mas ya no me importó, pues en mi lecho me encontraba, las llamas de la vida me envolvieron, pero el fuego en cenizas no germina.


Mi corazón fue invadido por el cáncer de una sociedad fría y manipuladora, mi alma fue conquistada y mi ser fue abatido, mi pensar fue extinguido y ahora me encuentro entre un lóbrego e impasible sopor, mi corazón se encuentra en un fino y negro velo de exquisita y fría indiferencia.


Ya nada me importa.


Ya nada me preocupa.


PUES YA NADA SOY.
ROZENSHCWARZ